Si bien PEX proporciona beneficios significativos, persisten algunas ideas erróneas sobre su rendimiento y propiedades del material:
Mito: PEX libera sustancias químicas peligrosas al agua potable.
Hecho: PEX es químicamente inerte y está certificado para plomería potable. Las pruebas no encontraron sanguijuelas peligrosas según los estándares de efectos sobre la salud de la NSF.
Mito: Las tuberías PEX estallan y fallan catastróficamente.
Hecho: Como cualquier material, el PEX puede fallar si se usa incorrectamente. Pero el PEX instalado correctamente es duradero y confiable. Las fallas a menudo ocurren en conexiones de ajuste incorrectas, no en el PEX en sí.
Mito: Los tubos PEX se plastifican y se vuelven quebradizos con el tiempo.
Hecho: El polietileno reticulado es un plástico termoestable, no un termoplástico. No se ablanda ni lixivia productos químicos debido al calentamiento adicional. PEX sigue siendo flexible pero duradero durante décadas si se especifica para la aplicación.
Mito: PEX no puede soportar ciclos de calentamiento y enfriamiento.
Hecho: Los tubos PEX conservan memoria dimensional para resistir las fluctuaciones de temperatura y al mismo tiempo permanecer flexibles. Maneja la calefacción y la refrigeración de manera similar al cobre con controles de sistema adecuados.
Mito: PEX requiere herramientas especiales que son difíciles de usar.
Hecho: Las conexiones PEX se pueden realizar con herramientas sencillas y económicas como engarzadores, cortadores y alicates. No se necesitan herramientas especializadas para la mayoría de las aplicaciones PEX profesionales y de bricolaje. La formación adecuada es más vital.
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Al abordar estos mitos comunes con información objetiva, podemos aclarar malentendidos sobre PEX y generar confianza en sus capacidades. Cuando se especifica e instala correctamente, PEX demuestra ser una solución de tubería duradera y de alto rendimiento.